sábado, 31 de marzo de 2012

UN RELATO DE FILOSOFÍA ANALÓGICA







Este es uno de los  evocadores microrrelatos sufís que me agrada relatar a mis niños de escuela, aunque no los comprendan; a mis compañeros profesores, aunque afirmen entenderlos; a cuantos estén dispuestos a escucharlos o se nieguen a conocer tal tipo de literatura objetiva.
En particular a cuantos cargan cemento…plomo o excrementos en su alma, en su sensibilidad, fondeados en la sordidez de sus limitaciones del Conocer y del Ser.

Este tipo de ancestrales historias, hace parte de la monumental colección de formulaciones terrestres más importantes y secretas, pero a la vez transmitidas en su momento a la humanidad, donde se almacenan y trasmiten determinadas ideas para el desarrollo sicológico del ser humano.  “En nuestros días”, señala el neosufí Idries Sha, “no son muchos los individuos capaces de utilizar correctamente las historias”, y enfatiza, “es un  método muy antiguo, aún irremplazable, para dar forma y transmitir un conocimiento que no puede expresarse de ninguna otra manera”.

Filosofía analógica. Historias como la presente y otras para compartir con quienes florezcan por estos escondrijos, no de mi alma sino de la sabiduría sufí, me socorren para no dejarme absorber por la sociedad y la época donde sobrevivo. Se encuentra en una  breve antología titulada Losmejores relatos derviches, editorial Long Seller, Argentina (2001), Clásicos de bolsillo.

Un príncipe le dijo a un erudito: “La conversación de aquel sufí que está allá es tan frívola y general que no creo que pueda ser auténtico”. El erudito le contestó: “Oh, Emir de Jeques, debes saber que existen tres formas de Conocimiento Profundo: el conocimiento profundo conocido por todos; el conocimiento profundo que se da a través del habla compleja y el conocimiento profundo que se transmite por medios aparentemente frívolos. Las bromas de aquel sufí han hecho cien santos; mientras que otros hombres, de aspecto serio y palabras amenazantes, han hecho…cadáveres. Cierta vez se le dio a un hombre la oportunidad de beber del Agua de la Vida y se rehusó porque no le gustó la forma de la copa. Si eres hombre de “formas”, ¿por qué hablas de “profundidad?”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario