jueves, 14 de junio de 2012

AGUACERO INJUSTO


                                                 

“Una marcha fúnebre suspendida en la delgada lluvia
                                                                                                                                              Yorgos Seferis

1.    No me pareció razonable
2.    que comenzara a llover en ese momento y no en otro.
3.    Llovía sin importar mis sentimientos.
 4.   Como si no estuviese presente. Como si no fuera yo un ser humano.
 5.    Con pantalones y camisa desgarrados. Triste no sé de qué ni desde cuándo.
 6.    Desolación. No cabe ninguna duda.
 7.    A nadie importaba si yo corría o caminaba lánguido.
 8.    O si me arrastraba. Cuando me llueve, solo existe en mi vida la lluvia.
 9.    Agua abofeteando la cara, golpeando el cuerpo,
 10.   introduciéndose por los rotos vidrios de las ventanas de mi casa.
11.    Nada más.
12.    Agua particular.  Lluvia tan mía,
13.    que a veces pretendo compartirla para no humedecerme tanto el alma.
14.    En vano, individuo considerándome persona entre la gente,
15.    busco obtener presencia bajo la lluvia, entre aguaceros,
16.    con las calles, andenes y parques cada vez más solos.
17.    Por la cantidad de lluvia penetrando en el alma,  puede calcularse
18.    el monto de tristeza saliendo a caminar por las calles, sin orientación fija.
19.    Toda soledad mía está forzada por el agua que cae.
 20.    Y a veces por el granizo.
21.    De este no hablo porque voy a llorar creyendo vivir solo en el mundo.
22.    Pensaré que las ciudades no tienen gente para habitarlas.
23.    Quienes pasan por mi lado son espectros, sueños de algún escritor encerrado en un sótano.
24.    Aguas de lluvia: el agua salpicante, para angustiar;
25.    el agua adelante, para humillarnos;
26.    El agua atrás, para exaltarnos;
27.    el agua por los lados, para devolvernos la fe;
28.    en este momento, el agua desde arriba, bendición de la más directa maldición.
29.    Hace frío pero no importa mientras llueva
 30.    y uno pueda estremecerse libre contra un muro o sostenido
 31.    por recuerdos de la niñez.
 32.    Cuando aguacera, como está aguacerando en este momento,
33.    -yo aguacero, tú aguaceras, él aguacera, nosotros nos inundamos-,
 34.    a nadie atañen inviernos de nadie.
 35.    Si yo estrenara ropa algún día, ese día no llovería.
 36.    A veces quisiera ser perro bajo la lluvia.
 37.    No me avergüenza confesar que una noche
 38.  cuando llovía demasiado y a las calles se les iba su gente por desaguaderos del metro, los     buses y los taxis,
39.    me puse en cuatro patas sobre el suelo
40.    y fui perro durante varias cuadras. ¡Ha sido el momento más feliz de mi vida!

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