“Una
marcha fúnebre suspendida en la delgada lluvia”
Yorgos Seferis
1. No me pareció razonable
2. que comenzara a llover en
ese momento y no en otro.
3. Llovía sin importar mis
sentimientos.
4. Como si no estuviese presente. Como si no
fuera yo un ser humano.
5. Con pantalones y camisa desgarrados. Triste no
sé de qué ni desde cuándo.
6. Desolación. No cabe ninguna duda.
7. A
nadie importaba si yo corría o caminaba lánguido.
8. O si me arrastraba. Cuando me llueve, solo existe en mi vida la
lluvia.
9. Agua abofeteando la cara, golpeando el
cuerpo,
10. introduciéndose por los rotos vidrios de las
ventanas de mi casa.
11. Nada más.
12. Agua particular. Lluvia tan mía,
13. que a veces pretendo
compartirla para no humedecerme tanto el alma.
14. En vano, individuo considerándome
persona entre la gente,
15. busco obtener
presencia bajo la lluvia, entre aguaceros,
16. con las calles,
andenes y parques cada vez más solos.
17. Por la cantidad de
lluvia penetrando en el alma, puede
calcularse
18. el monto de tristeza saliendo a caminar por
las calles, sin orientación fija.
19. Toda soledad mía está forzada
por el agua que cae.
20.
Y a veces por el granizo.
21. De este no hablo porque voy a llorar creyendo
vivir solo en el mundo.
22. Pensaré que las
ciudades no tienen gente para habitarlas.
23. Quienes pasan por mi lado
son espectros, sueños de algún escritor encerrado en un sótano.
24. Aguas de lluvia: el agua
salpicante, para angustiar;
25. el agua adelante, para
humillarnos;
26. El agua atrás, para exaltarnos;
27. el agua por los lados, para devolvernos la fe;
28. en este momento, el agua desde arriba, bendición de la más directa maldición.
29. Hace frío pero no
importa mientras llueva
30. y uno
pueda estremecerse libre contra un muro o sostenido
31. por recuerdos de la niñez.
32. Cuando
aguacera, como está aguacerando en este momento,
33. -yo aguacero, tú aguaceras, él aguacera, nosotros nos inundamos-,
34.
a nadie atañen inviernos de nadie.
35. Si yo
estrenara ropa algún día, ese día no llovería.
36.
A veces quisiera ser perro bajo la
lluvia.
37.
No me avergüenza confesar que una noche
38.
cuando llovía demasiado y a las calles
se les iba su gente por desaguaderos del metro, los buses y los taxis,
39. me puse en cuatro patas
sobre el suelo
40. y fui perro durante
varias cuadras. ¡Ha sido el momento más
feliz de mi vida!
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