sábado, 16 de marzo de 2019

Empanadas para Cebrowski

Empanadas para Cebrowski


La empanada, convertida en tema principal de los colombianos, es otro de los elementos efectivos que distancia y crea apatía hacia sucesos que debían motivar, estos sí, incalculables comentarios en las redes. Todo tipo de personas caen ingenuas en artificios propios de las guerras simétricas. Un banal, rutinario procedimiento de policía, se magnifica para desviar la atención sobre las potenciales destrucciones y el caos económico que se ciernen sobre Colombia y los países implicados, directa e indirectamente, en el caso Venezuela. Es más fácil ventilar en público minuciosidades del código de policía sobre una empanada, que visibilizarle a las masas nombres como los de Arthur Cebrowski o Thomas Barnett, fundamentados en ideas de Gene Sharp sobre la guerra. Maniobras sociopolíticas propias de las revoluciones de colores, en las cuales Guaidó es temible polichinela ya identificado en su oscura trayectoria política, sostienen que Estados Unidos debe tomar el control de los recursos naturales de la mitad del mundo. No para su propia utilidad, pero sí para disponer quiénes podrán utilizarlos. Petróleo, coltán e incalculables riquezas del suelo venezolano, son objetivos del Pentágono. Más cómodo, entonces, facilitar la empanada en los diálogos que incubar ideas sobre objetivos norteamericanos para destruir no solo a Venezuela sino a Nicaragua y Haití, por ahora, mientras continúan contra otras naciones latinoamericanas y cualquier poder político que no sea el de Estados Unidos, deteriorando las estructuras de los estados. Es la aplicación de la doctrina Rumsfeld-Cebrowski. Un recorrido por la historia reciente, en particular por las agresiones sin fin contra Venezuela, y se comprobará el molde reproducido por norteamérica. Luego del Pentágono retirarse del Medio Oriente Ampliado, se prepara para desplegarse en la cuenca del Caribe celebrando conciertos y engañando con ayudas seudohumanitarias. El politólogo Thierry Meyssant, afirma: “Hay que prepararse para una guerra no solo en Venezuela sino en toda la cuenca del Caribe, impuesta desde el exterior”. Y agrega, alertándonos más allá de cualquier predisposición política que sostengamos: “No será derrocar gobiernos de izquierda para reemplazarlos por partidos de derecha. Todos los sectores sociales se verán amenazados sin distinción de ideologías ni de clase social”. Las estrategias de manipulación sicológica recomendadas por Robert Jay Lifton, siguen ensayándose contra Venezuela. El caricaturesco y fallido concierto Venezuela Aid Live propiciado por Branson y la CIA, fue grotesca prueba de ello.

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